Catedrales del frío

Bienvenidos al frío. Les propongo un pequeño paseo. Existen unas cuantas ciudades en los países del norte de Europa que merecen mucho la pena, por ejemplo para ideales short breaks. Relájense, cojan alguna cosa para beber, una cerveza o algún brebaje para vikingos. Para comer, les recomiendo un exuberante snorrebrod o una simple polse.

A modo de introducción, cabe decir que quizás exceptuando un poquito los suecos, los escandinavos son en general gente un poco fría y distante, pero eso es solo porque tienen una cultura muy liberal e independiente. Lo cierto es que cuando uno llega a tener suficiente contacto con ellos, resultan tener muchos rasgos en común con el estilo más Mediterráneo. Pero también tienen diferentes perspectivas sobre algunos aspectos, y ello hará la conversación de lo más entretenida e interesante.

En los tres países de los que vamos a hablar van a encontrar numerosos espacios verdes, ciudades con historia y diseño a partes iguales, y bonitos pueblos de pescadores en sus agrestes litorales, siempre con la presencia de los mejores servicios.

Nuestra primera parada es en Copenhague. La ciudad se abre a sus visitantes con espacios de tranquilidad y libertad, y un buen puñado de monumentos y arquitectura ultra moderna… También pueden hacer un interesante y… relajante paseo por Christiannia. Para saber más sobre los vikingos (muy recomendable para comprender la forma de ser de los escandinavos), merece la pena una visita al Museo de Roskilde. Suecia es quizás el país más primaveral o Mediterráneo de toda Escandinavia. Pueden buscar cualquier celebración, concierto o encuentro social al aire libre para descubrir porqué. Finalmente, Islandia es el país del Agua, la Tierra, el Fuego y el Viento. Paisajes de otro mundo, a lo largo de todo el viaje alrededor de la isla. No se pueden perder un baño en sus aguas termales.